martes, 15 de enero de 2008

MI mañana desde dentro.

La mañana desde hace unos años es la misma. Las persianas que me prometieron, según su publicidad, renegar del astro rey me fallan. Cínicamente dejan entrar todos y cada uno de esos rayos que te recuerdan que somos esclavos, del tiempo, de la obligación, del sistema, de los demás, de mi mismo. Una vuelta después en la cama me doy cuenta de que estoy solo, de que mi cama tiene un tamaño que me condena a notar que estoy solo: matrimonial. No le llamaron cama para dormir a sus anchas, no le llamaron cama para dormir con alguien o ya de perdida cama para parejas. Le llaman Cama Matrimonial, como si la sociedad no me recordara a cada paso que me considera perdedor por mantener ese lado frío.

Otra vuelta y veo el celular, aparato tan frío y esclavizador que hoy vía bytes enviados y recibidos me alegra el día. Él me cuenta que ya no puedo dormir más. Triste pero real. Me levanto entonces y mientras piso latas de cerveza, grito por el dolor y busco un curita, la responsabilidad recuerda que me tengo que bañar, vestir e ir a trabajar..

Estas son mis mañanas… hasta hoy.

Una sorpresa… una sorpresa… que puede sorprender a alguien tan sorprendente? Que puedo hacer yo, mortal de las peores calañas para responder a este llamado? Ni siquiera sé si soy digno de darle esa sorpresa… Espero el jamón en salchichonería y le pregunto a dios, al universo o a la vida lo que me tiene tan feliz. La pregunta del millón de pesos. Por que?

Un día le dije al universo que quería lo que nadie parece tener. A una mujer que simplemente me haga feliz, que fuera un reto, que fuera igual o peor que yo, que con un beso tumbara mis barreras y por fin, después de mucho calentara mi corazón.

Me dirigí a las cajas de un WalMart con un libro en la mano, una sorpresa. No sabía por que pero desde que lo vi supe que lo necesitaba, que habría alguna frase, algún guión o un acento que me diera el buen tino para sorprender a esta maravilla de piel suave. Y aun no me llegaba la respuesta planteada en las carnes frías. Y seguía pensando.

Será que el universo me la esta dando? Será que de hecho tengo el favor del universo? Después pensé en ese primer beso. Siempre he creído que existe un demonio dentro de mí, algo no maligno pero torcido y perverso. Es mi mente. Mi total desconfianza en la gente me hace pensar en segundas intenciones de la gente, complots, estrategias y por desgracia he asimilado mis imaginaciones y se han vuelto parte de mi. He utilizado a esta parte demoníaca para no sentir, para poder evitar la vulnerabilidad, para evitar el miedo.

Después de ese primer beso sentí casi físicamente como cada vez que ese lado demoníaco se manifestaba, o lo intentaba, algo desde atrás de mi corazón lo evita, lo reprime y poco a poco lo suprime. Será ella?

Pasando las cosas de mi carrito de super a la cajuela con el libro en la mano, lo cual incremento mi discapacidad con las manos, me imaginaba los ojos de ella recibiendo el libro y el beso de agradecimiento.

Recordé también la noche anterior, los nervios de esperarla llegar. Tardó un poco, imaginé que el chofer de la noche alargó su trayecto. Y la vi entrar. Hacía mucho que nada me dejaba sin aliento. Temblé y espere que no lo hubiese notado, no quería verme tan vulnerable como me siento, no quería que esta maravilla se diera cuenta de cuan indefenso estoy ante ella. Me besó, como si llevara años de no hacerlo y lo hubiese hecho por mucho tiempo atrás. Se recostó conmigo, tomó parte de su cuota de besos, de caricias para ella y las que ella me da. Cuando me toca, es como si todas las caricias que recibiré se concentran en una suya. La miro mucho, desde la distancia, desde la cercanía, desde dos centímetros de sus propios ojos que de pronto se vuelve la distancia entre el punto mas lejano del universo y yo. Salimos, yo no quería, quería estar solo con ella y fundirme en el tiempo junto a su piel. La besé de nuevo. Tantas veces quise decir que estoy enamorado de ella, pero en ocasiones mi mirada le podía contar mas de lo que todas mis palabras y lenguajes juntos.

Abrí la puerta de la casa, le di de comer a mi gata, deje todo listo para un desayuno que prometí y que de alguna forma quería que se repitiera todos los días del resto de mi existir. Y entonces abrí la puerta de mi cuarto y la vi. Desnuda sobre mi cama arropándose con mi sabana nueva de doscientos hilos de no se qué. De algún modo todo concepto que tuve antes de belleza se aparto para darle un nuevo titulo a la obra maestra del universo. Antes de tocarla de nuevo mire al cielo y agradecí la noche de anoche, la noche anterior, el beso primero, el ultimo beso desde hacía 15 minutos, que el cigarro aun no me haya matado, tan solo para ver esa escena. No pensé en nada por casi un minuto, cosa que ya no me sucede, todo el tiempo pienso…

Hoy esta mañana, las cosas no son iguales, hoy empieza eso que guardo en una caja de pandora hace ya tanto que creo que nunca he realmente liberado. Hoy estoy perdidamente enamorado… Y no se que hacer. Se me termino el miedo, el prejuicio y solo me queda dejar fluir esto que es tanto que siento y que en un semana se desarrollo exponencialmente hasta dejarme sin el demonio que me cuida el corazón. Hoy sin custodia, ni guardia, ni autoridad, estoy enamorado de ella..KL.

No hay comentarios: