miércoles, 14 de enero de 2009

No te creo...

No, no puedo. Quisiera decir que es por mi, pero mas bien es por ti. Bueno, quizás ambas. Por mi, por que no le hice caso a mis instintos, por que me mantuve como la vívora venenosa en una pecera de vidrio. Fui un animal taimado acostumbrado a que le dieran d comer. Me quisiste convencer de que era yo un ser libre dentro de esta jaula y hasta pensé que yo cazaba fieramente a los ratones dentro de mi pecera. Pero no fue así, seguí yo irremediablemente atrapado.

Por tí, por que me quisiste convencer de tantas cosas que tus acciones contrariaban, y yo, en mi afán de sentir el amor del bueno, creí cada palabra al extremo de dudar de la mía. Pero no te creo tormenta.

No soy el mejor, ni siquiera el mejor de los que conozco, pero soy un mentiroso y se reconocer a uno cuando lo veo, menos a ti. Creo que esa fue mi debilidad contigo, que yo trataba de convencerme a mi también de lo que me decías. Pero ya no te creo, ni el amor, ni las lágrimas ni tu sufrimiento. Eres simplemente otra que miente para obtener lo que quiere, como yo.

Gracias al cielo, el demonio despertó... sigue tu viaje infinito hacia ninguna parte.

No hay comentarios: