lunes, 12 de enero de 2009

Todo esta bien entre nosotros.

Me atacó, como fiera salvaje que jamás había dado un zarpazo en su jaula y pierde el control, así me golpeó. Creo que la última vez que lloré fue hace poco menos de un año, entre los brazos de la que había dicho que era mi mujer ideal, una decada después, lloré. Después de ello, pude regresar a mi vida, una vez que su comprensión me tocó.

Pero ayer, una sentencia final de mi hermano logró hacer que buscara en mi interior todo lo que según yo, no podía perdonar. Cuando busqué en mi alma, resultó que yo tenía que ser perdonado. Las severas penitencias que mi mente inmadura le impuso a la persona mas valiosa de mi vida, resultaron ser penitencias dictada hacía mi.

Y todo me vino de golpe. Todas las malechorías, todas mis promesas rotas, todos mis viles engaños, todas mis cuentas por saldar vinieron a mi como de golpe. Y sentí la irremediable necesidad de disculparme con las dos mujeres que han marcado mi camino.

Minutos después llegó una especie de acepetación a mi disculpa.

"Ok pues, un beso... Todo esta bien entre nosotros,
solo que a veces me caes mal, Ja ja ja. No es
Personal"

Será?

No habría manera de que regresara yo el tiempo? O será que me tocaba conocerla para ayudarme?

No hay comentarios: