viernes, 26 de diciembre de 2008

Puede que pueda...

De la nada en la madrugada, quizás la una de la mañana, llegaste. No niego que noté de inmediato tu estado ligeramente alterado por el alcohol. NO esperaba que cruzaras tus fronteras sin estar un poco desinhibida. “Ten miedo de Mayo… y ten miedo de mí” No sabes cuantas veces quise escuchar esas palabras salir de tus labios hacia mí. Me parece extraño por que la poesía no es tu fuerte, ni el mío.

Me levanto entre extrañado y abundante de felicidad, corro hacia ti con tanta desesperación que pareciera que huía de ti mas que correr hacia ti. “Puede que pueda ser, no?” balbuceo entre mis lagrimas y mi saliva engañada. Te abrazo y me das esos abrazos increíbles que siempre me has dado desde que no estamos juntos.

Poesías de delgadillo nos brotan a los dos como si fuese un idioma personal. “yo se lo que siento yo se lo que cortan después unos labios. O me vuelva una estrella y te estreche en mis brazos” Nos separamos levemente del abrazo para vernos a los ojos, ninguno de los dos quiere tomar el siguiente paso así que me despego de ti y te comento la idea de un vaso de vino.

Nos sentamos y me dices lo que tanto esperaba “que parecen primavera esos dos años de estación” y respondo con un cursi “Si hay un reencuentro un mal día de estos puede, puede que pueda ser” me acerco a tu cara y comienzo a besarte… y te desvaneces en el aire…

Que mala fortuna que los sueños duran cinco minutos al día, por que me parecía que comenzaba mi vida en este sueño…

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