lunes, 29 de enero de 2007

vestida por ti

Vestirme de tus manos
saberme querida, acariciada
Con cada movimiento sentiré tus dedos recorriendo mi espalda
lo áspero pasando a lo dulce y al cuidado inmediato

MIrarme en los espejos, sonriendo porque oigo otra vez
lo que decías en las tardes de otoño al caer del agua y de la niebla.
Cuando corte la etiqueta dejaré también el compromiso y la obligación

Entonces y solo entonces, notarás mis manos encallecidas por la espera,
por el trabajo y por el amor

Y sabrás que te estaré esperando... mas allá de la noche y del olvido
donde la obscuridad se transforma en renacimiento y en esperanza

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